El Alma y el Cuerpo

Gerardo Guaida
5 min readSep 18, 2020

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La conexión a través de la danza

Hoy en día nos preguntamos ¿qué tan conectado estoy con mi cuerpo? o ¿qué tanto escucho a mi alma?

Lorena Maltos busca la danza como una expresión artística y no como una forma de entretener a la gente, tiene 26 años y hace danza contemporánea, clásica, ballet, jazz, danza aérea, hip hop y artes circenses.

En su estudio (ubicado en el centro de la colonia Anzures), cuenta con dos espacios; en el primero, es un cuarto vacío en donde puedes bailar desde Danza Contemporánea hasta Graham. El segundo contiene una barra para bailar ballet. Al centro del estudio, hay una mesa con pequeños sillones en donde decidimos platicar un poco acerca de la inspiración a lo largo de su carrera.

Lorena platicandome su vida

Graduada de una escuela religiosa y obligada a estudiar una carrera, lo que Lorena siempre buscó fue la expresión de su dolor en el arte. Empezó a incursionar en intercolegiales y en el ballet, hasta que después, a los 19 años su primera obra importante fue interpretar a una prostituta en una obra. Papel importante para descubrir que si quería dedicarse a la danza, el apoyo de sus padres iba a ser complicado y el sobrevivir en la sociedad aún más.

Al saber esto, decide darle gusto a sus padres y entró a estudiar psicología. Carrera que le dió las herramientas para entrar a una depresión, misma que la llevó a un trastorno alimenticio importante.

Esta depresión hizo que la única forma de regresar a sus orígenes fuera a través de la danza, es ahí cuando encuentra una casa con Ema Pulido, ubicada en la Juárez. Lugar donde por fin descubrió la pasión que estaba buscando, dejando atrás el apoyo y los recursos de su familia, arropada por la filosofía de no entretener si no buscar la danza como una expresión artística.

Lorena empezó bailando Graham en la escuela de Ema, una técnica creada por Martha Graham que simboliza la contracción y relajación, se realizan movimientos del torso con movimientos de los brazos en forma de triángulo. El objetivo es que tu cuerpo siempre esté generando una espiral y controles el cuerpo por medio de la respiración.

En México baila a partir de percusiones con tambores o batería y en New York se utiliza el piano. Todo el movimiento viene de la pelvis y todo tiene que fluir en forma de espiral.

El bailarín o la bailarina se expone totalmente y queda totalmente abierto al público. Suelta el alma.

Después de renunciar al apoyo de su familia y buscar una nueva identidad de lo que realmente buscaba. Lorena encuentra conectar el dolor, la tristeza, la intensidad con la creatividad en el escenario. Fueron 2 años de depresión al desprenderse de su familia pero aquí fue donde pudo realmente sacar la mejor versión de su danza.

Bailando ballet

Hoy, La Güera que Baila, busca la conexión entre la interpretación y la coreografía. Es una nueva forma de ver la danza no solo como una interpretación artística si no que como una forma de expresar el dolor, el sentimiento a través de la música, el baile y la vista.

El siguiente proyecto, será el buscar la conexión entre lo que siente tu alma y la interacción de tu cuerpo. Este viene inspirado de un poema de Benedetti llamado “No es el alma, es el cuerpo”. En donde junto con su hermano (músico) y su amiga bailarina, lograrán expresar en la naturaleza, una danza contemporánea. Misma que expresará una serie de sentimientos encontrados que harán que las personas quieran realizar lo que siempre han soñado.

Después de platicar sobre los diferentes tipos de danza, pasamos al primer salón en donde Lorena me enseñó la danza Graham y un poco de baile Contemporáneo.

Percibí algo que nunca había visto, una entrega y sentimiento totalmente ilustrado en cada posición de la danza. Estaba realmente viviendo un cuadro en movimiento, una expresión en cada movimiento. Dolor, rechazo, alegría, todas acentuadas en cada pirueta o arco. Es como si Lorena te hablará en cada posición, pero no solo eso, se veía en su mirada lo que quería comunicar.

Giros rápidos y a la vez momentáneos, todo al ritmo de la música, como si se diera un grito de agonía en cada nota de la canción. Se vivió y se danzó el famoso Graham.

Después de 3 canciones pasamos al salón de ballet, lugar donde la barra juega un papel importante, busca aumentar el flujo sanguíneo e incrementar la flexibilidad.

Escuchamos un par de canciones y la entrega fue totalmente diferente a la del Graham, la espiral y los movimiento en el piso quedaron totalmente fuera. Los movimientos van desde las puntas de los pies hasta la punta de la cabeza.
Existe una gran flexibilidad entre todas las extremidades del cuerpo, es como si no existieran límites en las torsiones del ser humano.

Al final de la danza por fin comprendí el objetivo, nunca se buscó entretenerme sino demostrar la conexión entre el alma y el cuerpo, que para mi, es una distancia finita a la cual se puede llegar a través de la interpretación.

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